"En la tradición cabalística, las letras y los sonidos representan los elementos de los que se sirvió Dios para crear el mundo. Existe así una especie de alfabeto cósmico, cuyas letras están simbolizadas por las veintidós letras del alfabeto hebraico. Estas letras están presentes en el universo. Aquel que sabe asociarlas, sabe ajustarlas para formar palabras, frases y poemas, es un verdadero escriba.
El escriba, en el sentido iniciático del término, es aquel que sabe transponer los elementos de la lengua, las letras del alfabeto, a todos los dominios de la vida y particularmente en sí mismo; se esfuerza por juntar y ordenar estos elementos para que de ellos resulte una «palabra» bella y armoniosa. Y esto es lo más difícil. Cuando el desorden aparece en el hombre, es porque las «palabras» están mal colocadas: las ha mezclado sin ciencia, sin sabiduría. Debe pues empezar por aprender el buen orden de las palabras. "