"Como ningún ser humano que haya venido a encarnarse en la tierra es perfecto, todos están más o menos obligados a dar de comer a sus malos instintos, porque estos malos instintos son entidades vivas que se han instalado en ellos y que tienen necesidad de alimentarse. Y vosotros os encontráis, también, en este caso. ¿Pero quién os impide trabajar en secreto para vuestra liberación? Si ejercitáis cada día vuestra voluntad, si con la oración, con la meditación, enviáis mensajes a los amigos del mundo invisible, por fin llegará el momento en que podréis decir a todos estos ocupantes indeseables: «Marchaos de aquí, esto es el Reino de Dios y no hay lugar para vosotros.»
Por supuesto, entonces estas entidades os amenazarán diciéndoos que están en su casa, pero vosotros podréis responder: «Sí, así fue en las primeras páginas de la historia; pero después se han escrito otras páginas sin que vosotras lo supieseis, y se han producido muchos cambios. Ahora, Dios es mi pastor, Él me protege.» Y aunque abran sus bocas y proyecten llamas, estas entidades ya no os darán miedo y acabaréis expulsándolas."