"Puesto que el ser humano se manifiesta a través de un solo cuerpo, su cuerpo físico, se tiende a creer que está habitado por una sola entidad, y sin embargo la existencia cotidiana no cesa de demostrar lo contrario. Una tras otra, entidades de diferentes naturalezas vienen a manifestarse a través de él, y por eso puede aparecer sucesivamente como inteligente o estúpido, benevolente o cruel, generoso o avaro, modesto o vanidoso, etc. Esta mezcla de elementos tan variopintos que constituye cada ser humano, sigue siendo un enigma incluso para los filósofos y los psicólogos. Y sin embargo, tiene una explicación muy simple: en esta existencia o en existencias anteriores, este mismo ser humano ha atraído a esas diferentes entidades.
No hay pues que extrañarse cuando se ve a alguien manifestando tendencias contradictorias. Y en lo que a vosotros os concierne, debéis observaros atentamente para poder discernir bien en cada momento qué entidad es la que habla o que actúa a través vuestro. Aunque en ciertos momentos os hayáis comportado con bondad o sabiduría, no siempre sois impecables, ni que los demás deban aprobaros siempre."