"El ser humano no se expresa sólo con la palabra. Para quien sabe interpretarlos, los movimientos de la cara y del cuerpo de la persona que tiene enfrente, son un lenguaje claro, elocuente. Podemos compararlos a mensajes que dirige sin cesar a los habitantes de los mundos visibles e invisibles, a signos secretos gracias a los cuales entra en contacto con ellos.
La palabra es un medio de expresión que es posible controlar: podéis decidir hablar o no hablar, y si habláis, podéis esconder vuestros verdaderos pensamientos y vuestros verdaderos sentimientos. Pero todos los gestos que hacéis inconscientemente con las manos o los pies, las diferentes posiciones del cuerpo, los movimientos imperceptibles de las diferentes partes del rostro (la frente, los ojos, la nariz, la boca) son casi incontrolables. A través de ellos expresáis la verdad de vuestro ser. Y según sean estos movimientos armoniosos o no, entráis en relación con unas entidades que ejercen sobre vosotros influencias benéficas o maléficas. Así que, estad atentos, sabiendo que el menor de vuestros movimientos interiores involucra a seres invisibles y que, con ellos, construís vuestro futuro."