Pensamiento del Sábado 30 de marzo de 2019.
"Habéis amado a alguien. Al principio estabais entusiasmados, os parecía que vivíais en la poseía, en la música. El solo pensamiento de que el otro existía y de que podríais quizás verle en la calle o en otro lugar, os era suficiente… Un día, obtuvisteis un objeto de vuestro amado o vuestra amada que había tocado o que le había pertenecido y, aunque no fuera más que un simple objeto, representaba para vosotros el tesoro más preciado del mundo, porque estaba impregnado de sus efluvios; era como un talismán. Después, comenzasteis a encontraros y las cosas siguieron su curso «normal», digamos. Ciertamente, también experimentasteis otros placeres, otras alegrías, pero fuisteis perdiendo lo que provocaba la magia de vuestros primeros encuentros. Y a menudo, todo esto terminó con desilusiones, malentendidos y separaciones.
Para conservar el amor, hay que comprender que éste no reside en la posesión física de un ser, sino en algo sutil que, a través de él, nos une a todo el universo, a la belleza del cielo y de la tierra. ""Habéis amado a alguien. Al principio estabais entusiasmados, os parecía que vivíais en la poseía, en la música. El solo pensamiento de que el otro existía y de que podríais quizás verle en la calle o en otro lugar, os era suficiente… Un día, obtuvisteis un objeto de vuestro amado o vuestra amada que había tocado o que le había pertenecido y, aunque no fuera más que un simple objeto, representaba para vosotros el tesoro más preciado del mundo, porque estaba impregnado de sus efluvios; era como un talismán. Después, comenzasteis a encontraros y las cosas siguieron su curso «normal», digamos. Ciertamente, también experimentasteis otros placeres, otras alegrías, pero fuisteis perdiendo lo que provocaba la magia de vuestros primeros encuentros. Y a menudo, todo esto terminó con desilusiones, malentendidos y separaciones.
Fuente:
http://www.prosveta.com
30 de Marzo
2019