Pensamiento del jueves 21 de marzo de 2019.
"Cada año, cuando vuelven la primavera y el calor y la luz aumentan, todas las semillas enterradas en el suelo empiezan a germinar y a crecer. Es el momento de pensar en todas las semillas que están en nosotros: ellas también están preparadas para germinar y crecer bajo la luz y el calor del sol, el sol espiritual del que el astro que vemos levantarse cada mañana en el horizonte, no es más que un reflejo lejano. Aprendiendo a concentrarnos sobre él, nos unimos al sol espiritual que vivificará los gérmenes depositados en nosotros por el Creador.
Cada mañana, al presentarnos conscientemente ante el sol, nos convertimos en agricultores de nuestra propia tierra. Los pequeños brotes, las cualidades y las virtudes de nuestro Padre celestial, tienen necesidad de ser regadas. El sol envía su luz y su calor, pero no puede regar la plantas. Somos nosotros los que debemos regarlas con un agua que está en nosotros: nuestro amor y nuestro reconocimiento. Cada progreso que hacemos en ese trabajo se inscribe en nosotros y sentiremos los beneficios durante toda nuestra vida, e incluso más allá, en nuestras existencias futuras. ""Cada año, cuando vuelven la primavera y el calor y la luz aumentan, todas las semillas enterradas en el suelo empiezan a germinar y a crecer. Es el momento de pensar en todas las semillas que están en nosotros: ellas también están preparadas para germinar y crecer bajo la luz y el calor del sol, el sol espiritual del que el astro que vemos levantarse cada mañana en el horizonte, no es más que un reflejo lejano. Aprendiendo a concentrarnos sobre él, nos unimos al sol espiritual que vivificará los gérmenes depositados en nosotros por el Creador.
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21 de Marzo
2019