Pensamiento del miércoles 20 de marzo de 2019.
"En el curso de un año, el sol pasa por cuatro puntos cardinales: el 21 marzo, el equinoccio de primavera; el 21 de junio, el solsticio de verano; el 21 de septiembre, el equinoccio de otoño; el de 21 diciembre, el solsticio de invierno. Son los cuatro momentos durante los cuales se producen en la naturaleza grandes afluencias de energía que alcanzan a todas las formas de vida.
Sobre el círculo del zodiaco, la primavera comienza con Aries, signo de fuego; el verano con Cáncer, signo de agua; el otoño con Libra, signo de aire; y el invierno con Capricornio, signo de tierra. Así, la entrada en cada estación está en relación con uno de los cuatro elementos. Sobre cada elemento reinan entidades poderosas que tienen bajo su mando a miríadas de servidores encargados de repartir las nuevas corrientes de energía en la superficie del planeta. Porque el universo no es una máquina y los movimientos no se desencadenan mecánicamente: cada cambio es producido por el trabajo de criaturas vivientes, invisibles para nosotros, que tienen la responsabilidad de ocuparse en particular de las piedras, o de las plantas, o de los animales, o de los humanos. ""En el curso de un año, el sol pasa por cuatro puntos cardinales: el 21 marzo, el equinoccio de primavera; el 21 de junio, el solsticio de verano; el 21 de septiembre, el equinoccio de otoño; el de 21 diciembre, el solsticio de invierno. Son los cuatro momentos durante los cuales se producen en la naturaleza grandes afluencias de energía que alcanzan a todas las formas de vida.
Fuente:
http://www.prosveta.com
20 de Marzo
2019