Pensamiento del Sábado 2 de marzo de 2019.
"El objetivo de la vida espiritual es hacer nacer el principio divino en nuestra alma. Para hacer nacer ese hijo, cada uno debe ser a la vez hombre y mujer, padre y madre. En tanto que padre, desencadena el proceso de la concepción y, en tanto que madre, el de la formación: forma al niño y le nutre. El verdadero espiritualista es pues un ser de plenitud, en él el principio masculino y el principio femenino viven en perfecta armonía y es esta armonía la que hace de él un creador.
Sean hombres o mujeres, casados o no, todos los humanos que no han llegado a realizar en ellos esta unión armoniosa del principio masculino y del principio femenino en ellos son, desde el punto de vista espiritual, célibes. A diferencia de lo que pasa en el plano físico, aquellos que son solteros en el plano espiritual no pueden traer un hijo al mundo. Cada manifestación en la vida es un nacimiento. Pero solo la unión del alma (el corazón superior) y el espíritu (el intelecto superior) puede dar nacimiento a un hijo en el plano espiritual.""El objetivo de la vida espiritual es hacer nacer el principio divino en nuestra alma. Para hacer nacer ese hijo, cada uno debe ser a la vez hombre y mujer, padre y madre. En tanto que padre, desencadena el proceso de la concepción y, en tanto que madre, el de la formación: forma al niño y le nutre. El verdadero espiritualista es pues un ser de plenitud, en él el principio masculino y el principio femenino viven en perfecta armonía y es esta armonía la que hace de él un creador.
Fuente:
http://www.prosveta.com
02 de Marzo 2019