Pensamiento del domingo 30 de septiembre de 2018.
"Tomáis una manzana, la cortáis en pedazos y os la coméis: tenéis una cierta sensación… Si mordéis directamente la manzana, tenéis otra sensación... Si vais hasta un manzano, tiráis de una rama para morder una manzana antes de arrancarla, sentiréis cuán viva está, y experimentaréis un bienestar, un verdadero gozo... Es el árbol mismo el que os lo comunica, porque está conectado con la tierra y extrae de la tierra estas fuerzas de las que os beneficiáis.
Podemos transponer este ejemplo al dominio del amor. Supongamos que un hombre o una mujer hayan cortado la conexión con el mundo espiritual: es como una fruta desprendida del árbol: ha perdido ya una parte de sus energías, de su magnetismo; entonces, frecuentándola y amándola, ¿qué es lo que vais a "saborear"?... Encontraréis, claro, algunas migajas que mordisquear, pero no tendréis la sensación de estar conectados con la inmensidad del amor divino. Mientras que si amáis a un ser que está conectado con el árbol de la vida, tendréis la sensación de comulgar con el corazón del universo.""Tomáis una manzana, la cortáis en pedazos y os la coméis: tenéis una cierta sensación… Si mordéis directamente la manzana, tenéis otra sensación... Si vais hasta un manzano, tiráis de una rama para morder una manzana antes de arrancarla, sentiréis cuán viva está, y experimentaréis un bienestar, un verdadero gozo... Es el árbol mismo el que os lo comunica, porque está conectado con la tierra y extrae de la tierra estas fuerzas de las que os beneficiáis.
Fuente:
http://www.prosveta.com
30 de Setiembre 2018