Pensamiento del jueves 22 de marzo de 2018.
"Cada año en primavera el sol comienza a calentar las semillas que han sido plantadas en la tierra, y les dice: "Es la hora, ya debéis salir, crecer, desarrollaros, dar flores y frutos. Venga ¡a trabajar! – Pero nosotras somos pequeñas, somos débiles… No, no, ¡intentadlo! Ya lo veréis, yo voy a ayudaros." Y entonces todas las pequeñas semillas se animan. Cada día, con su calor, su luz, el sol les habla, y poco tiempo después vemos aparecer plantas magníficas que alegran a todos.
"Cada año en primavera el sol comienza a calentar las semillas que han sido plantadas en la tierra, y les dice: "Es la hora, ya debéis salir, crecer, desarrollaros, dar flores y frutos. Venga ¡a trabajar! – Pero nosotras somos pequeñas, somos débiles… No, no, ¡intentadlo! Ya lo veréis, yo voy a ayudaros." Y entonces todas las pequeñas semillas se animan. Cada día, con su calor, su luz, el sol les habla, y poco tiempo después vemos aparecer plantas magníficas que alegran a todos.
Este mismo fenómeno puede también producirse con nosotros, los humanos, porque también nosotros somos semillas plantadas en la tierra espiritual. Si aprendemos a abrirnos a los rayos del sol divino, ofreceremos colores, perfumes y sabores tan extraordinarios que incluso las entidades celestiales se maravillarán."
Fuente:
http://www.prosveta.com