Pensamiento del martes 27 de marzo de 2018.
"Cuando en invierno la vida se retira a las raíces, el árbol está apagado, desnudo, sin belleza, sin perfume; nadie se acerca a él. Pero, en primavera, la savia empieza a subir, se cubre de hojas y de flores, atrae a los pájaros, a los insectos, a los paseantes, es la alegría de todos. He ahí una lección en la que hay que detenerse a reflexionar. Cuando vemos a la gente descender más y más a sus raíces, es decir, que dan prioridad a los instintos, a las codicias, podemos afirmar que caminan hacia el invierno, espiritualmente hablando.
Y a medida que se vuelven más oscuros, menos vivos, los que están a su alrededor empiezan a apartarse de ellos. Pero como son los últimos en comprender por qué, no hacen nada para reaccionar, se contentan con quejarse…"Cuando en invierno la vida se retira a las raíces, el árbol está apagado, desnudo, sin belleza, sin perfume; nadie se acerca a él. Pero, en primavera, la savia empieza a subir, se cubre de hojas y de flores, atrae a los pájaros, a los insectos, a los paseantes, es la alegría de todos. He ahí una lección en la que hay que detenerse a reflexionar. Cuando vemos a la gente descender más y más a sus raíces, es decir, que dan prioridad a los instintos, a las codicias, podemos afirmar que caminan hacia el invierno, espiritualmente hablando.
Retened bien esto: si dejáis que vuestras energías alimenten preocupaciones y actividades prosaicas, egoístas, no haréis más que estancaros porque entraréis en el invierno, con el frío, la oscuridad y la paralización de todo movimiento. Haced pues todos los esfuerzos para entrar en la primavera."
Fuente:
http://www.prosveta.com