Pensamiento del viernes 2 de marzo de 2018.
"Todos los seres humanos poseen un rostro interior diferente de su rostro físico. Este rostro interior es el de su alma. No tiene trazos definidos ni inmutables gracias a los que podríamos reconocerles; se modifica continuamente, porque depende estrechamente de su vida psíquica, de sus sentimientos, de sus pensamientos.
Según los momentos, este rostro interior aparece pues luminoso o sombrío, armónico o amenazante, expresivo o rígido, y las entidades espirituales del mundo invisible, que son sensibles a estas diferentes expresiones, se acercan o se alejan… Mediante la oración, la meditación, la contemplación, a través de estados de conciencia superiores, conseguimos poco a poco modelar el rostro de nuestra alma, a esculpirla, a pintarla, a iluminarla. Es así como un día esa belleza terminará por impregnar nuestro rostro físico.""Todos los seres humanos poseen un rostro interior diferente de su rostro físico. Este rostro interior es el de su alma. No tiene trazos definidos ni inmutables gracias a los que podríamos reconocerles; se modifica continuamente, porque depende estrechamente de su vida psíquica, de sus sentimientos, de sus pensamientos.
Fuente:
http://www.prosveta.com