"Hay cualidades y virtudes que deseáis especialmente poseer. Pues bien, concentraos en ellas, tratad de imaginaros esta criatura magnífica en la que aspiráis convertiros: sentiréis aumentar vuestra fuerza interior, vuestra confianza y vuestro gozo, como si saboreaseis de antemano estas transformaciones que acabarán un día produciéndose. Muchos dirán: «Pero nosotros vemos bien lo que somos, y no será nuestra imaginación la que podrá cambiar algo». Efectivamente, seguid pensando así y nada cambiará.
El espiritualista, que conoce el poder del pensamiento, sabe hasta qué punto puede éste ser eficaz. En sus meditaciones, se imagina rodeado de luz, proyectando luz, manifestando todas las cualidades divinas. Estas imágenes le ayudan a preparar el terreno, y así se acerca poco a poco a la meta que quiere alcanzar. "