"El intelecto es una facultad que nos permite conocer el mundo físico y algo del mundo psíquico, pero nada más. Por sí sólo, no puede revelarnos la verdad de la vida.
Tomemos el ejemplo muy sencillo de una rosa. Conocer una rosa, no es solamente percibir su forma, su color, su perfume. Una rosa, es también una emanación sutil, una presencia que no podemos captar con el intelecto. Conocer la rosa, es sentir todo este conjunto de elementos que hacen de ella una rosa y no otra cosa. Con mayor razón para el ser humano: el conocimiento de un ser humano presupone haber llegado a reunir, a sintetizar todos los elementos que lo constituyen, desde su espíritu hasta su cuerpo físico. Mientras no lo hayamos logrado, no podemos pretender conocer y poseer la verdad sobre él. Sin embargo, la verdad de un ser, su verdad definitiva, absoluta, reside en su espíritu, y sólo puede ser conocida por el espíritu."