"El amor no es únicamente este sentimiento que los humanos experimentan los unos por los otros. El amor es una energía que viene de muy alto, una energía que es de la misma quintaesencia que el sol. Los hombres y las mujeres tienen la tarea de recibir esta energía y hacerla circular dentro de ellos de forma tal que vuelva después hacia las alturas de dónde vino. Si la circulación no se lleva a cabo correctamente, es porque muchas impurezas se han acumulado en ellos porque no hacen suficientes esfuerzos para dominar sus instintos y sus pasiones. Entonces, en vez de volver a subir, esta energía desciende, se hunde en las regiones del plano astral inferior, en donde se pierde.
Cuando el ser humano haya trabajado para purificarse, cuando sea dueño de sí mismo, la energía que desciende cada día de la Fuente divina volverá a tomar, a través de él, su camino hacia arriba. Porque en el universo, tal como ha sido pensado, edificado por el Creador, el punto de partida del amor es el Cielo, y su punto de llegada también es el Cielo."