Pensamiento del domingo 31 de marzo de 2024.
"La forma en que las cuatro fiestas cardinales: Pascua, San Juan, San Miguel y Navidad se distribuyen a lo largo del año debe hacernos reflexionar sobre la importancia de los acontecimientos que, en esos periodos, se producen en el universo. A cada una de estas fiestas corresponde una estación, un arcángel, un planeta, un punto cardinal.
La fiesta de Pascua marca el comienzo de la primavera; está sujeta a las corrientes del Arcángel Rafael, que representa a Mercurio y reina en el Sur. La de San Juan marca el comienzo del verano, cuyos fuegos están dirigidos por el Arcángel Uriel, que representa a la Tierra y reina en el Norte. La de San Miguel, marca el comienzo del otoño y está bajo la influencia del Arcángel Mikhaël, que representa al Sol y reina en el Este. La de Navidad marca el comienzo del invierno; está consagrada a las fuerzas del Arcángel Gabriel, que representa a la Luna y reina en el Oeste. En cada uno de los cuatro grandes periodos del año, por lo tanto, hay unas fuerzas y unas entidades determinadas que se ponen a trabajar; y nosotros también, al menos con nuestra conciencia, debemos participar en ese trabajo."