Pensamiento del jueves 14 de marzo de 2024.
"El orgullo empobrece a los seres humanos, y la humildad les enriquece. Sí, observad la actitud del orgulloso: se hincha, se llena, mientras que el hombre humilde se vacía, y es ese vacío, precisamente, el que atrae la plenitud. Porque, en cuanto se produce algún vacío en alguna parte, una fuerza se precipita para llenarlo. Hay que ser humildes para atraer a Dios, porque Dios no puede estar allí donde los recipientes ya están llenos; hay que estar vacíos para que entre.
Si decís: “Dios mío, yo soy torpe y Tú eres la sabiduría, yo soy pobre y Tú eres la riqueza, yo soy débil y Tú eres la fuerza…” estáis haciendo ya el vacío en vosotros, y entonces Dios se precipita en él, y os llena. Mientras que, si os vanagloriáis con vuestras virtudes y capacidades, jamás recibiréis la visita del Señor. Os dirá: “Pues bien, puesto que estás tan contento de ti, quédate como eres, no tienes necesidad de mi”."