Pensamiento del lunes 18 de marzo de 2024.
"Aprended a amar sin esperar a ser amados, porque así seréis libres y podréis hacer muchas cosas con esa libertad. Desgraciadamente, los humanos no valoran la libertad, ni la buscan, más bien al contrario, solo quieren encadenarse. Se diría que la libertad les pesa, les aburre, y no saben qué hacer con ella. Mientras que, con las tensiones, e incluso con los golpes, tienen al menos de qué ocuparse: sí, de qué sufrir, de qué lamentarse, de qué llorar… Pues bien, esto no es muy aleccionador.
El discípulo debe aprender a resolver el problema del amor, comprendiendo que lo esencial es amar, amar día y noche a todas las criaturas, como el sol, que envía su amor a través del espacio sin preocuparse de saber sobre quién recaerá ese amor –sobre nadie o sobre todo el mundo– ni, sobre todo, de si habrá criaturas que le corresponderán. Lo esencial es que esa energía que viene del Cielo pase a través de nosotros, porque nos dilata, nos maravilla, nos inspira."