Pensamiento del martes 19 de marzo de 2024.
"No es el gesto ni el acto el que revela si sois puros o impuros, sino la intención, la idea que tenéis en vuestra cabeza, el sentimiento, el deseo que os empuja a hacer ese gesto o ese acto. Ser puro, es ser capaz, sin importar lo que hagáis, de elevaros interiormente con el fin de captar los elementos de una mayor sutileza, de una mayor luz. Si en vuestras relaciones con los humanos no tenéis ese alto ideal, aunque os contentéis con algunas caricias y con algunos besos con el pretexto de permanecer puros, viviréis en la impureza, y los efectos serán los mismos que si os hubieseis entregado al desenfreno.
Cada contacto, cada intercambio que no persiga un fin espiritual, divino, sino que busque solamente la satisfacción egoísta, produce las mismas impurezas. Pero si tenéis el deseo sincero de ayudar, de iluminar, de santificar al que amáis, ese deseo os purificará a vosotros y a él."