Pensamiento del martes 5 de noviembre de 2019.
"Encontramos a veces personas que se imaginan que, abandonándose a vagos impulsos místicos, atraerán al Espíritu Santo. No, para recibir un día los dones del Espíritu Santo, no hay precisamente que «abandonarse»; o más bien, podemos abandonarnos, pero después de haber realizado un gran trabajo interior de purificación y de dominio de sí mismo.
"Encontramos a veces personas que se imaginan que, abandonándose a vagos impulsos místicos, atraerán al Espíritu Santo. No, para recibir un día los dones del Espíritu Santo, no hay precisamente que «abandonarse»; o más bien, podemos abandonarnos, pero después de haber realizado un gran trabajo interior de purificación y de dominio de sí mismo.
Para cualquier cosa que queramos emprender, siempre es necesario comenzar por preparar las condiciones y, la primera de esas condiciones, es la limpieza, Cuando debemos verter un líquido en un recipiente, vigilamos que esté limpio y, si está sucio, lo lavamos. Entonces, ¿cómo aquel que se parece interiormente a un recipiente sucio puede creer que el Espíritu Santo vendrá a habitarle? Los que vendrán, serán entidades tenebrosas, impuras, porque ellas son atraídas por el alimento que está ahí, en él: todos esos sentimientos y pensamientos inspirados por su naturaleza inferior que no ha sido capaz de dominar."
Fuente:
http://www.prosveta.com
05 noviembre 2019