Pensamiento del domingo 17 de noviembre de 2019.
"Si el mundo físico existe para nosotros, si podemos ver el cielo, el sol, la tierra, es gracias a ese principio invisible en nosotros, que nos permite tomar conciencia de ello a través de los órganos físicos que son nuestros ojos. Si ese principio invisible no existiera en nosotros, nuestros ojos que están ahí no nos servirían de nada, no veríamos. El mundo visible no es más que el envoltorio, la corteza del mundo invisible sin el que no podríamos conocer nada de todo lo que existe alrededor de nosotros.
No vemos la vida, pero vemos las manifestaciones de la vida; no vemos los pensamientos ni los sentimientos, pero vemos sus diferentes expresiones a través de los actos y las creaciones que inspiran. De igual forma, el mundo que conocemos no representa más que condensaciones, secreciones y capas del Ser invisible que ha creado el universo y que lo vivifica. Y lo que vemos es siempre poca cosa en comparación con lo que no vemos. Todo lo que nos rodea, nos revela los límites de lo que vemos y la inmensidad de lo que no vemos.""Si el mundo físico existe para nosotros, si podemos ver el cielo, el sol, la tierra, es gracias a ese principio invisible en nosotros, que nos permite tomar conciencia de ello a través de los órganos físicos que son nuestros ojos. Si ese principio invisible no existiera en nosotros, nuestros ojos que están ahí no nos servirían de nada, no veríamos. El mundo visible no es más que el envoltorio, la corteza del mundo invisible sin el que no podríamos conocer nada de todo lo que existe alrededor de nosotros.
Fuente:
http://www.prosveta.com
17 noviembre 2019