Pensamiento del martes 23 de enero de 2018.
"Ni la religión ha podido aniquilar la ciencia, ni la ciencia podrá aniquilar la religión, porque ambas están basadas en leyes idénticas. No existe entre ellas ni separación ni contradicción; las separaciones y las contradicciones solo existen en la cabeza de los ignorantes que no saben cómo Dios creó el universo.
La ciencia bien comprendida no puede más que ayudar a los creyentes a concentrarse en las verdaderas preguntas, y la religión, también bien comprendida, aporta su verdadera dimensión a la ciencia. Cada una tiene su función, y en cada ser humano deben coexistir un religioso y un erudito.
Para que la religión y la ciencia ya no se enfrenten en la sociedad, deben dejar de pelearse en el ser humano. Porque allí es donde se producen los mayores daños. Cuando un hombre de fe se opone a un hombre de ciencia - o viceversa - piensa que se enfrenta a un adversario exterior a él. En lo absoluto, ¡se está atacando a sí mismo!"
Fuente:
http://www.prosveta.com