Pensamiento del martes 2 de enero de 2018.
"Todos los seres humanos comen, beben, respiran, y de este modo entran en contacto con los elementos tierra, agua y aire, de los que se alimentan. Pero aún no han aprendido a alimentarse también con el cuarto elemento: el fuego, la luz… Y sin embargo, la luz es incluso más necesaria que el aire, pues ella alimenta nuestro cerebro. El cerebro también quiere comer, y la luz es su alimento.
Ella despierta las facultades con las que podemos tener acceso al mundo espiritual. Ustedes dirán que al comer, beber y respirar, alimentan todo su cuerpo, incluido el cerebro. Sí, pero mientras se contenten con alimentar su cerebro con partículas sólidas, líquidas y gaseosas, que no son los elementos que más necesitan, se les escaparán muchas realidades del mundo sutil.
Según el relato de la tradición, un día Zoroastro preguntó al dios Ahura Mazda cómo se alimentaba el primer hombre, y Ahura Mazda le respondió: «Comía fuego y bebía luz»."
"Todos los seres humanos comen, beben, respiran, y de este modo entran en contacto con los elementos tierra, agua y aire, de los que se alimentan. Pero aún no han aprendido a alimentarse también con el cuarto elemento: el fuego, la luz… Y sin embargo, la luz es incluso más necesaria que el aire, pues ella alimenta nuestro cerebro. El cerebro también quiere comer, y la luz es su alimento.
Ella despierta las facultades con las que podemos tener acceso al mundo espiritual. Ustedes dirán que al comer, beber y respirar, alimentan todo su cuerpo, incluido el cerebro. Sí, pero mientras se contenten con alimentar su cerebro con partículas sólidas, líquidas y gaseosas, que no son los elementos que más necesitan, se les escaparán muchas realidades del mundo sutil.
Según el relato de la tradición, un día Zoroastro preguntó al dios Ahura Mazda cómo se alimentaba el primer hombre, y Ahura Mazda le respondió: «Comía fuego y bebía luz»."
Fuente:
http://www.prosveta.com