Pensamiento del Sábado 27 de enero de 2018.
"No pueden perder sino lo que no les pertenece realmente, es decir lo que aún no hace parte de ustedes mismos. A veces tienen fe, y después dudan; otras tienen luz, y luego están en la oscuridad; un momento aman, y luego dejan de amar. Esto sucede porque ni la fe, ni la luz, ni el amor les pertenecen.
Para que les pertenezcan, deben convertirse ustedes mismos en la fe, el amor y la luz."No pueden perder sino lo que no les pertenece realmente, es decir lo que aún no hace parte de ustedes mismos. A veces tienen fe, y después dudan; otras tienen luz, y luego están en la oscuridad; un momento aman, y luego dejan de amar. Esto sucede porque ni la fe, ni la luz, ni el amor les pertenecen.
Cuando Jesús decía: «Yo soy la luz del mundo», se identificaba con la luz. No dijo que la luz estaba en él o con él, sino que él era la luz. En esta frase hay un gran saber que meditar y que puede ser utilizado en todos los campos de la vida interior. En el plano material podemos perder muchas cosas que nos pertenecen. Pero lo que está en nosotros, mezclado con nosotros, fusionado con nosotros y que se ha hecho «carne y hueso» en nosotros, no podemos perderlo."
Fuente:
http://www.prosveta.com