"Cuando investigamos en la naturaleza, vemos que en ninguna parte el espíritu trata de deshacerse de la materia. Al contrario, desde el origen de la creación, el espíritu muestra que tiene necesidad de la materia. ¿Por qué? Para transformarla, para purificarla, volverla tan vibrante como la luz. Si se deshiciera de ella, sería improductivo, porque sólo puede manifestarse y crear a través de la materia, que es su esposa bienamada. Son los humanos ignorantes los que quieren empujarles a divorciarse.
Desconfiad pues de todas las filosofías que tratan de separar el espíritu de la materia, unas para conservar sólo la materia, otras para conservar sólo el espíritu. La única filosofía verdadera es la que nos enseña que el espíritu desciende a la materia para dominarla, vivificarla y manifestarse a través de ella. Se trata, por supuesto, de una empresa sin fin, pero el espíritu no se desanima nunca y vuelve sin cesar a celebrar su unión con la materia."