"Los que piensan que no debemos amarnos a nosotros mismos están equivocados. Amarse es normal, es la naturaleza misma la que ha dado este instinto a sus hijos. Sólo que deben aprender a amarse empezando por tomar conciencia de su dignidad de hijos de Dios.
¿Tenemos verdaderamente amor por nosotros mismos cuando comemos y bebemos cualquier cosa y de cualquier forma, cuando intoxicamos nuestros pulmones con el tabaco, cuando nos envenenamos con pensamientos y sentimientos destructivos? No. Amarse, es velar para impedir que entre dentro de nosotros ningún elemento impuro, nocivo, sea físico o psíquico. Porque con la pureza, preparamos las condiciones para recibir la visita de entidades luminosas. Y si estáis atentos en no hacer ningún daño a los demás, sino por el contrario en ayudarles, en aliviarles, en consolarles, también ahí preparáis las condiciones para que el Señor venga a establecer su morada en vosotros y os traiga sus bendiciones. Así es cómo debéis amar