"Muchos se quejan de soledad incluso teniendo una familia, vecinos, relaciones. ¡Qué ingratitud hacia la Inteligencia cósmica que ha poblado la tierra con tantas criaturas! Incluso cuando están solos físicamente, deberían sentir que tienen en realidad una inmensa familia, su familia espiritual. Pero su conciencia es tan limitada, está tan oscura, que no lo sienten. Y éste es el caso de millones de seres en el mundo: se sienten solos, ¡y sin embargo!...
El verdadero remedio a la soledad está en la expansión de la conciencia. Incluso si ya no tuvieseis ni padre ni madre, ni hermano, ni hermana, ni ninguna familia de la misma sangre, ni nadie a vuestro alrededor con quién pudieseis comunicaros, no sería razón suficiente para creer que estáis solos. Cuando sepáis, cuando comprendáis que los seres humanos son hermanos y hermanas, hijos e hijas del mismo Padre, el Espíritu cósmico, y de la misma Madre, la Naturaleza universal, ya no os sentiréis nunca más abandonados ni desgraciados."