"La vida cotidiana es difícil, impone grandes tensiones: en las familias, en el trabajo, en la sociedad, ¡cuántas energías se ven obligados a comprimir los humanos para poder soportar todo lo que se les exige afrontar! Y de vez en cuando necesitan liberarse de estas energías. Los Iniciados lo comprendieron muy bien. Por eso, desde tiempos muy remotos, instituyeron fiestas populares en ciertos momentos del año que corresponden a configuraciones astronómicas. Incluso la mayoría de las fiestas cristianas no son otra cosa que la supervivencia, bajo otra forma y con otro significado, de antiguas fiestas paganas.
Cuando se acercan las fiestas, se organizan diversiones: se preparan víveres, decoraciones, vestidos de fiesta o hasta disfraces. Pero los Iniciados perseguían también otro objetivo con estas fiestas: querían llevar a los humanos a buscar en las regiones más sutiles energías para regenerar y vivificar su corazón y su alma. En esta atmósfera de intercambios gozosos, benéficos, las entidades luminosas vienen a tomar energías, y se sirven de ellas después para continuar su trabajo a través del mundo. ¿Queréis ayudarlas en este trabajo? Vosotros mismos, conscientemente, confiadles vuestro gozo, toda esta riqueza espiritual que os procura una fiesta, para que otros puedan beneficiarse. Esta riqueza, este gozo volverán a vosotros amplificados. "