"Por pequeña que sea, una piedra preciosa es una partícula de materia capaz de retener una fuerza cósmica. Pero no debéis contar con ella pensando que vaya a protegeros, que vaya a curaros, a daros poderes o a abriros las puertas del mundo espiritual; si no sabéis cómo considerarla y utilizarla, no os servirá de nada.
Las piedras preciosas ya están preparadas por la naturaleza para captar ciertas energías del cosmos y proyectarlas, difundirlas. Pero no basta con poseerlas para beneficiarse de sus virtudes. Cada piedra es semejante a una antena y, lo mismo que a una antena, hay que darle una función, unos mensajes que transmitir. Detrás de esta piedra, hay fuerzas que giran, que vibran, pero vosotros debéis fijarlas y orientarlas para que os puedan servir en vuestro trabajo."