"Desde el instante en que os decidís sinceramente a cumplir la voluntad de Dios, os acercáis a Él. ¿Y qué os dice, entonces? «Yo estoy presente en todas las criaturas, y cada vez que les dais la vida, el calor y la luz, me servís. Tomad ejemplo del sol.»
Para ser capaces de servir a Dios, debemos prepararnos durante mucho tiempo, porque no es fácil dar, como el sol, la vida, el calor y la luz a los humanos, pero fácil o no, es en ello que debemos ejercitarnos. Si no, ¿cómo creéis que vamos a servirle? ¿Queriendo convertir a la fuerza y perseguir a todos los que consideremos incrédulos, infieles o heréticos? Sólo hace la voluntad de Dios el que trata de servirle en todos los seres humanos. Se ve obligado así a ensanchar el círculo de sus preocupaciones y de sus actividades, y se instruye, se enriquece. "