Pensamiento del domingo 26 de marzo de 2017.
"«Saber, querer, osar, callarse». Estos cuatro verbos resumen el programa de aquél que marcha por el camino de la Iniciación. Preguntaréis: «¿Pero por qué callarse?» Porque desde el momento que sabéis qué trabajo realizar, que tenéis la voluntad de hacerlo y que osáis emprenderlo, no hay nada que añadir. Será todo vuestro ser el que presentará los resultados de ese trabajo. Cuando estáis en la paz, en la alegría ¿es necesario decirlo a los demás? No, ellos lo ven, lo sienten. Y si estáis sufriendo una tempestad interior, aunque digáis que nadáis en la serenidad y la armonía, nadie os creerá, e ¡incluso se burlarán de vosotros! Porque aquí también todo se transparenta: el desorden, la cacofonía.
Los humanos hablan y explican… Creen que acumulando palabras y frases llegarán a convencer a los demás. Si vivieran realmente eso que dicen, ya no tendrían necesidad de hablar. Por ello, tratad de meditar sobre este precepto tan significativo: «callarse»."
"«Saber, querer, osar, callarse». Estos cuatro verbos resumen el programa de aquél que marcha por el camino de la Iniciación. Preguntaréis: «¿Pero por qué callarse?» Porque desde el momento que sabéis qué trabajo realizar, que tenéis la voluntad de hacerlo y que osáis emprenderlo, no hay nada que añadir. Será todo vuestro ser el que presentará los resultados de ese trabajo. Cuando estáis en la paz, en la alegría ¿es necesario decirlo a los demás? No, ellos lo ven, lo sienten. Y si estáis sufriendo una tempestad interior, aunque digáis que nadáis en la serenidad y la armonía, nadie os creerá, e ¡incluso se burlarán de vosotros! Porque aquí también todo se transparenta: el desorden, la cacofonía.
Los humanos hablan y explican… Creen que acumulando palabras y frases llegarán a convencer a los demás. Si vivieran realmente eso que dicen, ya no tendrían necesidad de hablar. Por ello, tratad de meditar sobre este precepto tan significativo: «callarse»."