Pensamiento del jueves 9 de marzo de 2017.
"Sea lo que sea lo que hagáis, pensad sólo en transmitir influencias benéficas. Para ello, podéis serviros de vuestras manos que son uno de los mejores instrumentos de transmisión. Cuando acariciáis la cabeza de aquél o aquella que amáis, en vez de buscar en ello un placer egoísta, concentraros en vuestras manos y decid: «Que Dios te bendiga. Que en esta cabeza reine la luz, que los ángeles vengan a habitar en ella». Desde ese momento, vuestro amor dejará de ser puramente sensual, se transformará en una energía benéfica que os aportará también a vosotros una sensación extraordinaria de alegría y de dilatación. Y cuando toquéis la cabeza de vuestro hijo, sus piernecitas o sus bracitos, bendecidle también para que los ángeles acudan a hacer de él un ser magnífico.
Aprended así a bendecir todo lo que tocáis: los objetos, los alimentos, los seres. Esta es la verdadera magia blanca."
"Sea lo que sea lo que hagáis, pensad sólo en transmitir influencias benéficas. Para ello, podéis serviros de vuestras manos que son uno de los mejores instrumentos de transmisión. Cuando acariciáis la cabeza de aquél o aquella que amáis, en vez de buscar en ello un placer egoísta, concentraros en vuestras manos y decid: «Que Dios te bendiga. Que en esta cabeza reine la luz, que los ángeles vengan a habitar en ella». Desde ese momento, vuestro amor dejará de ser puramente sensual, se transformará en una energía benéfica que os aportará también a vosotros una sensación extraordinaria de alegría y de dilatación. Y cuando toquéis la cabeza de vuestro hijo, sus piernecitas o sus bracitos, bendecidle también para que los ángeles acudan a hacer de él un ser magnífico.
Aprended así a bendecir todo lo que tocáis: los objetos, los alimentos, los seres. Esta es la verdadera magia blanca."