Pensamiento del viernes 24 de marzo de 2017.
"Los hombres y mujeres que se enamoran desearían que su amor no se acabara nunca. Es posible, pero con la condición de conocer y aplicar ciertas reglas. Si verdaderamente queréis conservar vuestro amor por un ser, no os apresuréis en acercaros a él físicamente, porque una vez pasadas las grandes efervescencias, os cansaréis rápidamente y comenzaréis a ver el lado malo del uno y del otro. Para proteger vuestra inspiración, intentad mantener una cierta distancia.
Aquellos que quieren conocerlo y probarlo todo rápidamente, pronto dejarán de sentir curiosidad el uno hacia el otro, e incluso pierden el deseo de verse porque han visto demasiado, han «comido» demasiado, están saturados, y se acabó. Este amor que les aportaba todas las bendiciones, que les aportaba el cielo, lo han sacrificado por algunos momentos de placer. ¿Por qué no intentan ser más vigilantes? ¿Por qué se privan tan rápidamente de esas sensaciones sutiles y poéticas que conservarían su amor?"
"Los hombres y mujeres que se enamoran desearían que su amor no se acabara nunca. Es posible, pero con la condición de conocer y aplicar ciertas reglas. Si verdaderamente queréis conservar vuestro amor por un ser, no os apresuréis en acercaros a él físicamente, porque una vez pasadas las grandes efervescencias, os cansaréis rápidamente y comenzaréis a ver el lado malo del uno y del otro. Para proteger vuestra inspiración, intentad mantener una cierta distancia.
Aquellos que quieren conocerlo y probarlo todo rápidamente, pronto dejarán de sentir curiosidad el uno hacia el otro, e incluso pierden el deseo de verse porque han visto demasiado, han «comido» demasiado, están saturados, y se acabó. Este amor que les aportaba todas las bendiciones, que les aportaba el cielo, lo han sacrificado por algunos momentos de placer. ¿Por qué no intentan ser más vigilantes? ¿Por qué se privan tan rápidamente de esas sensaciones sutiles y poéticas que conservarían su amor?"