"Si tenéis las cualidades necesarias, nada os impide imponeros a los humanos e impresionarles con vuestro saber y vuestra autoridad. Pero ante el Señor, debéis por el contrario eclipsaros, hasta fundiros con Él y ser uno con Él. Haciéndoos pequeños ante el Señor hasta desaparecer, en realidad os volvéis grandes y poderosos, mientras que si os erguís frente a Él, os debilitáis y muy pronto quedáis reducidos a nada.
¿Qué es lo que debe disminuir en vosotros ante el Señor? Vuestra naturaleza inferior. Es ella la que debe desaparecer en tanto que elemento separado del Todo, para que con vuestra naturaleza superior podáis vivir la vida ilimitada de este Todo. Entonces, ya no sois vosotros los que vivís, sino que es el Señor quien vive en vosotros. La meta de toda disciplina espiritual, es que el hombre llegue a conocerse un día como siendo Dios mismo, y éste es el sentido de esta fórmula del JnaniYoga: «Yo, soy Él.» "