Mucho se ha hablado sobre cambiar en el interior
para cambiar las circunstancias exteriores. A veces pienso que pocos lo
comprenden verdaderamente…
¿Que es fácil? No, ciertamente no lo es, pero estoy convencida de que sí se puede,
siempre se puede hacer un poco más, dicen los Amados Maestros, y no dudo ni por
un segundo que así sea.
¿A dónde voy con todo esto? Pues a que hay que
empoderarse, hay que trabajarse, hay que
dejar de ser víctimas de nosotros mismos,
dejar de lamentarnos por lo que nos pasa, ser constantes y perseverantes como dice
siempre el Amado Arcángel Miguel.
Las herramientas para crecer, evolucionar, cambiar, están a la orden de día, las hay de todos los
colores, olores y sabores vulgarmente hablando. De distintas vibraciones, frecuencias,
orígenes, ¿entonces? Pues sólo hay que tener un poco de voluntad para buscar y
encontrar la que más resuene con cada uno y hacerla bandera de luz.
Recordemos que nuestra lucha es contra nosotros
mismos no contra los demás, nuestro crecimiento es una responsabilidad personalísima, cada persona o situación que se nos presenta
en la vida no es un castigo, es una oportunidad para crecer y aprender (que por
cierto cada uno eligió libremente antes de encarnar); pero depende de nosotros
única y exclusivamente.
Otras personas pueden orientarnos en la búsqueda
y en el trabajo pero es preciso encontrarnos, fundirnos con nuestro maestro
interior, con la sabiduría que cada uno tiene dentro y desde el silencio en la
mente y el amor en el corazón surgirán todas las respuestas y las guías que nos
ayuden a salir adelante.
Los amo enorme. Solange.
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31 de Marzo del 2016