Pensamiento del miércoles 30 de marzo de 2016.
"El Maestro Peter Deunov decía: «Cuando llega el momento de lavar nuestra camisa, ¿acaso debemos llorar? Cuando llega el momento de enterrar las semillas en el suelo, ¿acaso debemos llorar? Cuando llega el momento de moler el trigo ¿acaso debemos llorar?
Lavar la camisa, enterrar las semillas en el suelo, moler el trigo, corresponden a actividades de la vida espiritual. ¿A cuáles? Lavar la camisa, es purificarse. Enterrar las semillas en el suelo, es introducir buenos pensamientos y buenos sentimientos en nuestra cabeza y en nuestro corazón, así como en la cabeza y en el corazón de los demás. Moler el trigo, es preparar el pan de la vida. Estas tres actividades van acompañadas necesariamente de ciertos sufrimientos, ¡pero son unos sufrimientos tan saludables! Porque estos divinos sufrimientos, soportados conscientemente y con amor, impregnan de belleza, de perfume y de sabor todo lo que vivimos después."
"El Maestro Peter Deunov decía: «Cuando llega el momento de lavar nuestra camisa, ¿acaso debemos llorar? Cuando llega el momento de enterrar las semillas en el suelo, ¿acaso debemos llorar? Cuando llega el momento de moler el trigo ¿acaso debemos llorar?
Lavar la camisa, enterrar las semillas en el suelo, moler el trigo, corresponden a actividades de la vida espiritual. ¿A cuáles? Lavar la camisa, es purificarse. Enterrar las semillas en el suelo, es introducir buenos pensamientos y buenos sentimientos en nuestra cabeza y en nuestro corazón, así como en la cabeza y en el corazón de los demás. Moler el trigo, es preparar el pan de la vida. Estas tres actividades van acompañadas necesariamente de ciertos sufrimientos, ¡pero son unos sufrimientos tan saludables! Porque estos divinos sufrimientos, soportados conscientemente y con amor, impregnan de belleza, de perfume y de sabor todo lo que vivimos después."