Pensamiento del miércoles 14 de agosto de 2019.
"Cualquiera que sea la religión, siempre ha habido y hay todavía, un cierto clero que presenta al Señor como un monarca o un juez ocupado únicamente en condenar a los culpables. No, la verdad es que Dios nos espera siempre en su palacio para participar en sus banquetes. Pero para participaren ellos, debemos cumplir ciertas condiciones.
"Cualquiera que sea la religión, siempre ha habido y hay todavía, un cierto clero que presenta al Señor como un monarca o un juez ocupado únicamente en condenar a los culpables. No, la verdad es que Dios nos espera siempre en su palacio para participar en sus banquetes. Pero para participaren ellos, debemos cumplir ciertas condiciones.
Imaginad que un rey os invita a una gran comida: si os presentáis sucios, groseros, andrajosos, los guardas o centinelas que estén en la puerta os dirán: «No es posible, no puede entrar. – ¡Pero he sido invitado! – De acuerdo, ¿pero es usted consciente de que éste es el palacio real? No puede entrar con ese aspecto». No basta con ser invitado, hay que presentarse con un aspecto adecuado, y aquél que se presenta interiormente sucio y descuidado, no será aceptado en el banquete divino. No se le exige que siempre esté vestido como un príncipe, pero al menos, por un momento, debe ponerse vestidos adecuados, es decir hacer el esfuerzo de entrar en armonía con las entidades luminosas que participan en ese banquete."
Fuente:
http://www.prosveta.com
14 agosto 2019