Pensamiento del domingo 18 de agosto de 2019.
"Cada día, al comer, contribuís a la construcción, al mantenimiento y a la restauración de vuestro cuerpo. Y si durante la comida os concentráis sobre el alimento con el fin de extraer las partículas de vida divina que contiene, trabajáis en renovar la materia de vuestro cuerpo. Y no solo comer, sino además respirar, lavarse, dormir… pueden contribuir a hacer de vuestro cuerpo un receptáculo, un templo de Dios. Y vigilad también vuestros pensamientos, vuestros sentimientos, vuestros deseos, porque son también alimentos.
Ese templo de Dios cuya construcción habéis comenzado en vosotros permanecerá invisible todavía mucho tiempo, porque es el resultado de un trabajo de muy largo esfuerzo. Pero un día, la luz que se desprenderá de vuestro rostro y de todo vuestro ser revelará que el Señor ha hecho de vosotros su morada. Vendrá a habitarlo junto con sus ángeles, y el templo de vuestro cuerpo vibrará al unísono con el templo inmenso de la naturaleza.""Cada día, al comer, contribuís a la construcción, al mantenimiento y a la restauración de vuestro cuerpo. Y si durante la comida os concentráis sobre el alimento con el fin de extraer las partículas de vida divina que contiene, trabajáis en renovar la materia de vuestro cuerpo. Y no solo comer, sino además respirar, lavarse, dormir… pueden contribuir a hacer de vuestro cuerpo un receptáculo, un templo de Dios. Y vigilad también vuestros pensamientos, vuestros sentimientos, vuestros deseos, porque son también alimentos.
Fuente:
http://www.prosveta.com
18 agosto 2019