Pensamiento del jueves 30 de junio de 2022.
"Estáis ante la salida del sol: esperáis el primer rayo, permanecéis vigilantes, atentos, y cuando ese primer rayo aparece, pensad que lo absorbéis, que os lo tragáis. Así, empezáis a beber el sol. En vez de mirarlo y respirarlo solamente, lo bebéis, lo coméis, y os imagináis que esa luz, que está viva, se propaga por todas las células de los órganos, que las purifica, que las fortalece, que las vivifica. Este ejercicio os ayuda a concentraros, y los resultados son fantásticos: todo vuestro ser se estremece, y llegáis a sentir que verdaderamente absorbéis luz.
Se dice en el Zend-Avesta que, cuando Zaratustra le preguntó a Aura Mazda cómo se alimentaba el primer hombre, aquél le respondió: “Comía fuego y bebía luz...” Entonces ¿por qué no aprender, también nosotros, a comer fuego y a beber luz, para volver a la perfección del primer hombre?"