Pensamiento del lunes 27 de junio de 2022.
"Nada de lo que hacéis queda sin consecuencias. Imaginaos que hace cientos de años, un hombre cavó en la montaña una acequia para llevar el agua hasta su jardín. Poco a poco, bajo el efecto de las condiciones atmosféricas: la lluvia, el viento, el hielo, el sol... esa acequia se fue ahondando y ensanchando sin cesar, ¡y ahí tenéis ahora un valle!
De la misma manera, cuando hacéis un gesto, cuando pronunciáis una palabra, cuando lanzáis una mirada, cuando ofrecéis una sonrisa, cada uno de esos movimientos se inscribe en la materia astral, y todas las fuerzas del mundo psíquico trabajan, como las fuerzas de la naturaleza, para modelar esta materia. Si habéis inscrito algo bueno, después de un cierto tiempo, viviréis en la alegría, en la paz... pero ¡cuidado, con inscribir algo negativo! Evidentemente, los resultados no aparecen inmediatamente, pero tened paciencia y veréis cómo los surcos que trazasteis en vuestro corazón, en vuestro intelecto y en vuestra alma, se convierten después en verdaderos valles, valles de lágrimas o de felicidad."