Pensamiento del domingo 5 de junio de 2022.
"Para resolver vuestros problemas, acostumbraros a elevaros cada día con el pensamiento. Os corresponde a vosotros desplazaros sin esperar que el Señor, en su clemencia y su misericordia, venga a visitaros. Porque el Señor no descenderá.
Diréis: “Pero hemos leído en la Escrituras que, el día de Pentecostés, el Espíritu Santo descendió sobre los apóstoles en forma de lengua de fuego...” Sí, pero para recibir el Espíritu Santo, el hombre debe, primero, elevarse interiormente hasta las regiones celestiales en donde se fusiona con la Divinidad. Aquél que se purifica, que vibra al unísono con la voluntad del Señor, vive ya en las regiones más luminosas; e incluso si se dice que el Señor descendió sobre él, en realidad no es así, fue él quien ascendió hasta el Señor, y el Señor le llenó con su presencia."