Pensamiento del viernes 1 de julio de 2022.
"Todos nosotros tenemos una voz interior que nos habla sin cesar, pero esa voz es muy suave, y son necesarios grandes esfuerzos para lograr distinguirla entre todo tipo de ruidos... Es como intentar seguir la melodía de una flauta en medio del alboroto de tambores y bombos.
Hay que aprender a escuchar esa voz muy suave que habla en nosotros. Sabemos escuchar muy bien la voz atronadora del estómago que grita cuando tiene hambre, o del sexo que reclama una víctima, pero cuando una vocecita nos dice: “Se más paciente... aprende a dominarte... esfuérzate...”, respondemos: “Oh, ¡cállate!” Es fácil silenciarla: es tan dulce, no insiste, y peor será para nosotros sino queremos escucharla, porque un día recibiremos lecciones."