Pensamiento del viernes 29 de julio de 2022.
"El cuerpo astral es en el hombre la sede de todos los sentimientos, deseos, emociones y pasiones, y si no está dominado, se convierte en él como un tumor monstruoso. Por eso Jesús dijo que sería más fácil a un camello pasar por el ojo de una aguja, que a un rico entrar en el Reino de los Cielos.
En su deseo de amasar posesiones, el rico termina por tener un cuerpo astral tan enorme, que no puede entrar en el Reino de Dios, donde solo se acepta a seres capaces de desapego y desprendimiento. Mientras que el camello, que ha debido aprender la sobriedad debido a las terribles condiciones del desierto, es el símbolo del Iniciado que se contenta con muy poco y que es capaz de atravesar, sin sucumbir, las peores condiciones de la vida.
No podemos interpretar esta imagen del rico y del camello más que comprendiendo que Jesús no hacía alusión al cuerpo físico, sino al cuerpo astral. He aquí la prueba de que, si no conocemos la estructura del ser humano, no podemos interpretar correctamente los Evangelios."