Pensamiento del jueves 20 de abril de 2017.
"No podemos vivir sin hacer intercambios con el mundo que nos rodea. Empezando por la respiración y la nutrición, nuestra vida sólo está hecha de intercambios; nuestros órganos de los sentidos (el tacto, el gusto, el olfato, el oído, la vista) nos han sido dados por la naturaleza para que podamos hacer intercambios con la creación y las criaturas. Y nuestra vida afectiva e intelectual consiste igualmente en encuentros, en intercambios: con las palabras, con los sentimientos y con los pensamientos, no cesamos de tejer una red de relaciones que es la base de la vida familiar y social.
Si los humanos no obtienen todavía tantos beneficios de esos intercambios, es porque con frecuencia no superan el nivel del instinto y del inconsciente, como ocurre con las plantas o los animales. Las plantas y los animales también respiran y se alimentan; los animales también poseen órganos de los sentidos, y a veces incluso más desarrollados que en el hombre; e igualmente tienen una vida familiar y social. Incumbe por lo tanto ahora al hombre hacer que los intercambios que realiza con la naturaleza y con los seres con los que se encuentra, sean cada vez más profundos, más ricos. ¡Y para ello nuestra enseñanza presenta numerosos ejercicios!"
"No podemos vivir sin hacer intercambios con el mundo que nos rodea. Empezando por la respiración y la nutrición, nuestra vida sólo está hecha de intercambios; nuestros órganos de los sentidos (el tacto, el gusto, el olfato, el oído, la vista) nos han sido dados por la naturaleza para que podamos hacer intercambios con la creación y las criaturas. Y nuestra vida afectiva e intelectual consiste igualmente en encuentros, en intercambios: con las palabras, con los sentimientos y con los pensamientos, no cesamos de tejer una red de relaciones que es la base de la vida familiar y social.
Si los humanos no obtienen todavía tantos beneficios de esos intercambios, es porque con frecuencia no superan el nivel del instinto y del inconsciente, como ocurre con las plantas o los animales. Las plantas y los animales también respiran y se alimentan; los animales también poseen órganos de los sentidos, y a veces incluso más desarrollados que en el hombre; e igualmente tienen una vida familiar y social. Incumbe por lo tanto ahora al hombre hacer que los intercambios que realiza con la naturaleza y con los seres con los que se encuentra, sean cada vez más profundos, más ricos. ¡Y para ello nuestra enseñanza presenta numerosos ejercicios!"