Pensamiento del domingo 16 de abril de 2017.
"Nada en el mundo posee un valor superior o incluso igual a la vida, y nuestro primer deber es conservar nuestra vida, protegerla, hacerla más fuerte, más intensa. En la historia ha habido hombres y mujeres que dieron su vida para defender ciertas ideas, para salvar a víctimas, a personas en peligro. Los santos, los profetas y los Iniciados también han dado su vida por una idea, por la gloria de Dios, y no sólo no perdieron nada, sino que recibieron después una vida nueva, todavía más rica, todavía más bella, porque se sacrificaron por el bien. Pero fuera de estos casos, que son excepcionales, cada uno debe conservar y preservar su vida, purificarla, intensificarla, iluminarla, porque ella es la fuente, el punto de partida de todos los demás desarrollos en los planos físico, afectivo y mental.
La verdadera resurrección comienza con un trabajo sobre la vida. Al principio, está la vida, y después llegan la sabiduría, el amor, la belleza, etc., como ramas sobre el árbol primordial, el árbol de la vida."
"Nada en el mundo posee un valor superior o incluso igual a la vida, y nuestro primer deber es conservar nuestra vida, protegerla, hacerla más fuerte, más intensa. En la historia ha habido hombres y mujeres que dieron su vida para defender ciertas ideas, para salvar a víctimas, a personas en peligro. Los santos, los profetas y los Iniciados también han dado su vida por una idea, por la gloria de Dios, y no sólo no perdieron nada, sino que recibieron después una vida nueva, todavía más rica, todavía más bella, porque se sacrificaron por el bien. Pero fuera de estos casos, que son excepcionales, cada uno debe conservar y preservar su vida, purificarla, intensificarla, iluminarla, porque ella es la fuente, el punto de partida de todos los demás desarrollos en los planos físico, afectivo y mental.
La verdadera resurrección comienza con un trabajo sobre la vida. Al principio, está la vida, y después llegan la sabiduría, el amor, la belleza, etc., como ramas sobre el árbol primordial, el árbol de la vida."