Pensamiento del miércoles 26 de abril de 2017.
"Está dicho en el Zeha-Besta que cuando Zaratustra preguntó al dios Aur Mazda cómo se alimentaba el primer hombre, éste le respondió: «Comía fuego y bebía luz.» ¿Por qué no debemos también nosotros aprender a comer fuego y a beber la luz para volver a la perfección del primer hombre? Diréis que esto no es posible. Sí, es posible.
Asistís a la salida del sol: esperáis el primer rayo permaneciendo vigilantes y atentos… Desde el momento en que aparece ese primer rayo, pensad que lo absorbéis. En lugar de mirar sólo al sol, lo bebéis, lo coméis, e imagináis que esa luz que está viva, se propaga por todas las células de vuestros órganos, que los purifica, los refuerza, los vivifica. Este ejercicio, no sólo os ayuda a concentraros, sino que sentís que todo vuestro ser se estremece, se ilumina, porque conseguís verdaderamente absorber la luz."
"Está dicho en el Zeha-Besta que cuando Zaratustra preguntó al dios Aur Mazda cómo se alimentaba el primer hombre, éste le respondió: «Comía fuego y bebía luz.» ¿Por qué no debemos también nosotros aprender a comer fuego y a beber la luz para volver a la perfección del primer hombre? Diréis que esto no es posible. Sí, es posible.
Asistís a la salida del sol: esperáis el primer rayo permaneciendo vigilantes y atentos… Desde el momento en que aparece ese primer rayo, pensad que lo absorbéis. En lugar de mirar sólo al sol, lo bebéis, lo coméis, e imagináis que esa luz que está viva, se propaga por todas las células de vuestros órganos, que los purifica, los refuerza, los vivifica. Este ejercicio, no sólo os ayuda a concentraros, sino que sentís que todo vuestro ser se estremece, se ilumina, porque conseguís verdaderamente absorber la luz."