Pensamiento del lunes 3 de abril de 2017.
"Puesto que Dios no os ha protegido, puesto que ha permitido que triunfe el mal y los malvados, os decidís ajustar cuentas con Él, y en vuestra conciencia os separáis de Él. Pero comprended que ajustar cuentas con el Señor no conduce a nada, salvo perder todavía algo muy precioso. Entonces, si eso os pasa, sólo os queda retroceder diciendo: «Señor, creí que podía separarme de Ti, pasar sin Ti y he aquí que soy doblemente desgraciado. Perdóname».
Mientras no comprendáis que nada debe separaros de Dios, no haréis más que añadir miseria espiritual a vuestro sufrimiento moral y físico. Cortando vuestra unión con la Fuente de la vida, de la luz y del amor, os priváis de lo que os sostiene, de lo que os alimenta y os inspira. No olvidéis nunca que esta Fuente también fluye en vosotros: es ella la que alimenta vuestra alma y vuestro espíritu."
"Puesto que Dios no os ha protegido, puesto que ha permitido que triunfe el mal y los malvados, os decidís ajustar cuentas con Él, y en vuestra conciencia os separáis de Él. Pero comprended que ajustar cuentas con el Señor no conduce a nada, salvo perder todavía algo muy precioso. Entonces, si eso os pasa, sólo os queda retroceder diciendo: «Señor, creí que podía separarme de Ti, pasar sin Ti y he aquí que soy doblemente desgraciado. Perdóname».
Mientras no comprendáis que nada debe separaros de Dios, no haréis más que añadir miseria espiritual a vuestro sufrimiento moral y físico. Cortando vuestra unión con la Fuente de la vida, de la luz y del amor, os priváis de lo que os sostiene, de lo que os alimenta y os inspira. No olvidéis nunca que esta Fuente también fluye en vosotros: es ella la que alimenta vuestra alma y vuestro espíritu."