"Los
creyentes de todas las religiones tienen como primer artículo de fe que Dios es
el creador del cielo y de la tierra. Lo recitan en sus oraciones y lo cantan en
sus cánticos, y después vuelven a sus ocupaciones habituales. En el cielo, el
sol, la luna y las constelaciones se levantan y se acuestan; sobre la tierra,
las flores florecen, los frutos maduran, los arroyos fluyen… Toda la naturaleza
no cesa de glorificar al Creador celebrando su obra.
Y durante ese tiempo, ¿qué hacen los humanos? Se reúnen para glorificar a esta o aquella persona que manifiesta algunos talentos, cualidades o virtudes, o para glorificarse a sí mismos. Rendir gloria a Dios no forma parte de sus preocupaciones. Incluso aquellos que durante un rato le han glorificado en sus oraciones o sus cánticos, piensan a continuación en dirigirle quejas y reclamaciones. ¿Acaso toman conciencia de vez en cuando de esta contradicción?"
Fuente:
http://www.prosveta.com
17 octubre 2019