Pensamiento del miércoles 16 de Octubre de 2019.
"Las relaciones que mantienen el espíritu y el cuerpo son, desde el principio, una de las cuestiones que el ser humano tiene mayor dificultad en resolver. Cuántos de los supuestamente espiritualistas consideran que el cuerpo es «la tumba del espíritu». Deben aprender a razonar mejor. Si el cuerpo fuese tal prisión, si se opusiese hasta ese punto a la evolución de los humanos, ¿por qué la Inteligencia cósmica le enviaría a encarnarse sobre la tierra? Deberían permanecer en lo alto, como espíritus puros… Sin embargo, en aquellos que descuidan su cuerpo físico con el pretexto de consagrarse a las nobles funciones del intelecto, del alma y del espíritu, esas funciones por sí solas terminan debilitándose y periclitan.
En realidad, lo que impide la manifestación del espíritu en los humanos, no es tanto su cuerpo físico, sino más bien ese caparazón fluídico hecho de deseos, de codicias y tiranteces de su naturaleza inferior. Si no estuviera siempre creando todo tipo de miasmas y de gases, su cuerpo se convertiría en un perfecto instrumento para el espíritu.""Las relaciones que mantienen el espíritu y el cuerpo son, desde el principio, una de las cuestiones que el ser humano tiene mayor dificultad en resolver. Cuántos de los supuestamente espiritualistas consideran que el cuerpo es «la tumba del espíritu». Deben aprender a razonar mejor. Si el cuerpo fuese tal prisión, si se opusiese hasta ese punto a la evolución de los humanos, ¿por qué la Inteligencia cósmica le enviaría a encarnarse sobre la tierra? Deberían permanecer en lo alto, como espíritus puros… Sin embargo, en aquellos que descuidan su cuerpo físico con el pretexto de consagrarse a las nobles funciones del intelecto, del alma y del espíritu, esas funciones por sí solas terminan debilitándose y periclitan.
Fuente:
http://www.prosveta.com
16 octubre 2019