Pensamiento del Sábado 19 de Octubre de 2019.
"Cuando decimos de un hombre que es un santo o de una mujer que es una santa, pensamos generalmente en sus cualidades tales como la bondad, la paciencia, la abnegación y el perdón de las ofensas. Estas cualidades son las de un corazón que no alimenta ningún sentimiento egoísta o agresivo, por lo tanto de un corazón puro. Pero la verdadera santidad pertenece a un mundo superior, el de la inteligencia iluminada por la luz divina.
Por eso solo el
espíritu es santo. En la tradición cabalística, Dios es llamado «el Santo».
¡Cuántas veces, en vez de decir «Dios», los cabalistas emplean la expresión «el
Santo, bendito sea Él»! Y en el libro del Apocalipsis, los Serafines que están
frente al trono de Dios, no cesan de repetir día y noche «Santo, santo, santo
es el Señor Dios, el Todopoderoso».
Es importante
diferenciar entre pureza y santidad. La pureza es la condición de la santidad:
para alcanzar la santidad del espíritu, es preciso primero haber purificado
nuestro corazón."
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19 octubre 2019